Ir a Menorca, para mí, lo es todo. Es volver a casa. Sentir el mar, la sal y la gente. El viento pone las ideas en su lugar pero ni la tramuntana más intensa logra que de mi cabeza se escape la intención de pasar por el Mon Restaurant del ciutadellenc y reconocido chef, Felip Llufriu así que, a falta de una, fui dos veces.
Para tu bolsillo: €€€€€ (23€/persona).
Lo mejor: La sopa de melón con foie y la abundancia en los platos.
Lo peor: Que no reserves a tiempo y te quedes sin mesa, ¡’mayday’!
No te puedes ir sin: El menú de mediodía.
Dirección: Passeig de Sant Nicolau, 4, 07760 Ciutadella de Menorca.
Horario: De lunes a sábado de 13:30h a 15:30h y de 20:30h a 23h.
Tras más de una década al frente del Roca Moo, restaurante de los hermanos Roca en el Hotel Omm de Barcelona, y con una estrella Michelín a sus espaldas, Llufriu volvió a su tierra natal para montar su propio local –de ahí su nombre ‘mon’ es el posesivo ‘mi’-, cuidar su cocina con productos de primera y de proximidad.
Ha conseguido meter una gastronomía creativa a un precio competitivo que ha enamorado a menorquines y visitantes por lo que lo suyo no es un restaurante de temporada ya se ha convertido en un símbolo más.
Nosotros nos decantamos por su menú de mediodía el cual nos sorprendió muy mucho. Las opiniones que me llegaban eran muy buenas pero poder catarlo lo reafirmó. Quería ir desde que lo abrió en Can Faustino pero ya sabéis cosas de la vida no he ido hasta ahora.
Justo al sentarnos llegan a la mesa dos copas de cava y un mini brioche con sobrasada como detalle de la casa. Y poco después el aperitivo del menú: un Blody Mery con zumo de tomate y sandía, huevas y vodka.
Como os he dicho, no pudimos resistirnos y volvimos otro día con mis padres. En esta ocasión, nos sirvieron unas minipizzas crujientes junto con el cava.
De primero, el carpaccio de gambas con helado de albahaca. Muy sabroso, con mucha cantidad y el helado era intenso para que el contraste fuese refrescante y contundente.
Por otro lado, la sopa de melón con foie gras y reducción de carne me dejó con la boca abierta.
En nuestra segunda visita cambiaron también los primeros. Por un lado, el pulpo con sobrasada y cítricos cocinado a la perfección y bien tierno. Por el otro, una coca fina de escalivada, olivada y pescadito de roca de Menorca.
Y el pan. Creo que no habrá nada que le haga justicia. Horneado por Ca s’Àvia Rita y elaborado con trigo de xeixa recogido en la zona de Algaiarens. Iba acompañado de un aceite virgen extra intenso, delicioso y repleto de sabor de Can Felip. Además, la sal no podría ser de otra zona que no fuese de Fornells: una clásica y otra con romero.
Vienen los segundos y tampoco defraudan (son los mismos los diferentes días que fuimos). Meloso de ternera con salsa de calabaza sobre una cama de patata y pescado del día, en esta ocasión era raya –mucha cantidad por el tipo de pescado que es y el precio de mercado- con vinagreta de ajos y romero. ¡De 10!
Terminamos con dos postres ‘a priori’ simples pero llenos de complejidad. Una tabla de quesos menorquines y cada uno con una mermelada o una confitura especial para unos contrastes únicos. El de oveja con confitura de avellana, el de cabra con cabello de ángel, el semicurado con romero y compota de pera y finalmente el curado. Una combinación 100% diferente a comerte cada queso solo.
El otro era una infusión de hierbas con frutas y helado de manzanilla.
Y. Uf. El último día que fuimos. Madre mía. Eso fue. Uf. Inigualable. El postre de chocolate con diferentes texturas. ¡Un 20 sobre 10!
Si a estas alturas creías que no había más sorpresas, para digerir mejor la cuenta te la traen con unos ‘carquinyols’ de chocolate. ¡Más menorquín imposible! Y como tienen en uno de sus rincones: “Entra como un extranjero, sal como un amigo”.
Un comentario en “Mon Restaurant del chef Felip Llufriu | Ciutadella”