Mercado de Pescados | Maó

Retroceder al verano y a mi bonita isla me llena los pulmones de aire fresco y recuerdos. Recuerdos, mayoritariamente, con aromas a sal y mar. En el Mercado de Pescados de Maó se respira y mucho toda esta atmósfera. Es el momento de viajar a Menorca, al menos, mediante la vista.

Sa Pedrera des Pujol | Menorca

Pasa poco, pero pasa. Hay restaurantes a los que vas con una expectativa alta y la cumplen, oye. Es cada vez más difícil, somos cada vez más exigentes. Sin embargo, el mimo y cariño puesto en la materia prima consiguen que salgas enamorada de esa primera vez que tanta importancia le doy, como os he explicado en otros posts. Nuestro último amor platónico convertido en real, ha sido Sa Pedrera des Pujol.

S’Amarador, pescado fresco frente al mar | Ciutadella

El Puerto de Ciutadella es una de las zonas gastro por excelencia. Los clásicos se han reinventado para ofrecer un aspecto acorde con la actualidad y el Cafè Balear y S’Amarador se alzan con las mejores posiciones. Aunque no hay relación entre ambos locales, el pasado los une ya que antes de pasarse 15 años cerrado, era un bar de pescadores que pertenecía al Balear.

Mon Restaurant del chef Felip Llufriu | Ciutadella

Ir a Menorca, para mí, lo es todo. Es volver a casa. Sentir el mar, la sal y la gente. El viento pone las ideas en su lugar pero ni la tramuntana más intensa logra que de mi cabeza se escape la intención de pasar por el Mon Restaurant del ciutadellenc y reconocido chef, Felip Llufriu así que, a falta de una, fui dos veces.

Gelats Torres o Cas Mèrvol, tradición heladera desde 1930 | Ciutadella

Es entrar por esa pequeña puerta y volver a mi infancia de sopetón cuando mi cabeza se escondía debajo de ese mostrador repleto de chucherías. En Gelats Torres, o Cas Mèrvol como es conocido, llevan generaciones de heladeros con pasión por este dulce tan fresco. Ese helado de vainilla insuperable con el que me manchaba mi vestido de flores y con el que me llenaba la cara de chorretones sigue siendo el mejor que he probado. Se han adaptado a los cambios para los de hoy y de ayer sigamos disfrutando por igual de sus helados (a partir de 1,90€), polos y chupines caseros (1€), desde 1930.